Templo del Caimán
Descubren un sitio contemporáneo a Chavín en el que se encontró una cabeza clava y cerámica de distintos lugares.
Ernesto Carlín Gereda
Editor de Cultura
ecarlin@editoraperu.com.pe
18/08/2021
En el 2016 los arqueólogos ayacuchanos Edison Mendoza y Cirilo Vivanco realizaron un reconocimiento en la provincia de Cangallo. Cerca del cacerío de San Cristóbal de Tucre, distrito de María Parado de Bellido, hallaron vestigios de ocupación prehispánica.
Desde ese momento empezaron a excavar para saber de qué se trataba. Emplearon la técnica japonesa de explorar la zona por medio de trincheras, por ser el que más se adaptaba a sus necesidades.
De esta
forma fueron develando lo que se había ocultado por siglos. Según los dos especialistas,
se trata de un templo contemporáneo a Chavín.
Influencia
Mendoza, en declaraciones al Diario Oficial El Peruano, explicó que la forma del lugar, que llamó coloquialmente como Templo del Caimán, es una edificación de índole religiosa en forma de U. Hizo notar que este tipo de arquitectura es propia del periodo formativo, pero muy poco documentado en Ayacucho. Asimismo, se encontró una plaza hundida rectangular, similar a la de Chavín de Huántar en Áncash.
El arqueólogo
también mencionó que, además de develar la estructura, han encontrado un área
que servía de basurero para los antiguos habitantes del lugar.
“Para la arqueología es muy importante este tipo de sitios porque así descubrimos lo que se consumía en esa época”, afirma Mendoza.
Por ejemplo, se ha hallado cerámica propia de Cupisnique, así como Paracas y otras conocidas como estilo Ancón. También elementos que provendrían de la selva.
Esto
significa que comerciaban o tenían al menos contacto con los productores de
este tipo de artefactos. También registraron que se alimentaban de camélidos.
Un hallazgo importante fue el de una cabeza clava. Aunque está dañada en la parte que encajaba en algún muro, los estudiosos proponen que se trataría de la representación de un caimán.
Al respecto, los investigadores sospechan que el caimán fue el animal tutelar de este complejo religioso. Hicieron notar que es un animal exótico para el lugar, lo que abogaría a la hipótesis de contacto con la Amazonía. Incluso deslizan la posibilidad de que en este templo se tuviera a un ejemplar vivo cuando era utilizado.
Un dato importante que subraya el arqueólogo Edison Mendoza es que este lugar está relacionado con otro cercano a Vilcashuamán, Ayacucho, y otro en Huancavelica. Cerca del área que dominan hay varios yacimientos de obsidiana, material utilizado bastante por la cultura Chavín.
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