El retorno de las joyas


El Ministerio de Cultura inaugura la exposición ‘Metales prehispánicos del Perú: Nuestra herencia milenaria, ahora en casa’. Se trata de 12 piezas de alta orfebrería que fueron repatriadas los últimos años. La mayoría pertenecen a la cultura Moche.

Por: José Vadillo Vila (jvadillo@editoraperu.com.pe)

La máscara es tan plana como decían en el medievo era la Tierra. Y tiene los ojos en órbitas distintas. Su aurífero cuerpo majestuoso fue elaborado en láminas del metal más deseado, que trabajaron orfebres Sicán, también llamada cultura Lambayeque.

La máscara fue incautada en Alemania, donde se sometió a estudios arqueométricos para conocer la aleación de sus metales y las técnicas que usaron para su manufactura. Ahí se descubrió que sus ojos de concha de nácar no eran del período Intermedio Tardío de Sicán (900-1375 d.C.). Eran modernos. En setiembre de este año, esta máscara volvió al Perú. El viaje de la semilla.

Otra pieza estrella es un tocado (uno de los tres hallados; los dos restantes aún tienen paradero desconocido). Se trata de un personaje antropomorfo que combina elementos marinos y objetos, como dientes de concha y ojos de piedras semipreciosas.

Desde ayer, 12 piezas repatriadas integran la muestra ‘Metales Prehispánicos del Perú: Nuestra herencia milenaria, ahora en casa’, en el Ministerio de Cultura.

Otras piezas repatriadas son una fuente maní de oro (parte de un collar) o un sonajero del personaje “degollador”, de la cultura Moche.

Labor de detectives
Cada pieza precolombina resume también una historia que incluye pesquizas policiales, labor consular y contactos internacionales.

Por ejemplo, una “cabeza de mono” es un ornamento con semillas adentro, que perteneció a un collar mochica y fue incautado en 2007 por la policía de Santiago de Compostela (España). Recién en 2012 pudo ser repatriada. Esta pieza es similar a otra hallada en las tumbas del Señor de Sipán.

Leslie Urteaga, de la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, explica que la muestra es una oportunidad para acercarnos a nuestra historia. Sin embargo, es importante que la misma ciudadanía sume y realice acciones de protección y defensa del patrimonio.

Siempre alertas
Resaltó que la repatriación de estas piezas es posible gracias al trabajo en conjunto entre los ministerios de Cultura y Relaciones Exteriores.

Por su parte, el embajador Javier León, director general para Asuntos Culturales de la Cancillería, resaltó el trabajo permanente que realiza la red de agentes consulares en todo el mundo con el fin de recuperar y salvaguardar piezas que hayan salido del Perú de manera irregular.

León agradeció las facilidades y los lazos de cooperación que existen con países como Alemania, Reino Unido, Argentina y otros para hacer realidad estos procesos.

Recordó que tras ubicarse las piezas, la intervención la realiza la policía de cada país. En el caso de la máscara de Sicán, por ejemplo, fue repatriada tras veinte años de un proceso legal, gracias también a la labor del cónsul honorario del Perú en Alemania.

Espacios vulnerados
Finalmente, el viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Luis Felipe Villacorta, mencionó que “es significativo y doloroso participar de un acto de repatriación de patrimonio arqueológico porque una pieza que recuperamos corresponde a una tumba destruida, a un monumento saqueado, a una huaca vulnerada”.

Mencionó que repatriar estas piezas tiene dos connotaciones: 1) es un acto de reparación con nuestra memoria como sociedad y país; y, 2) una responsabilidad que toca al Mincul, como institución rectora de un patrimonio “vasto, inmenso y disperso”, como el peruano.

Vasos comunicantes
Sin embargo, dijo que esta labor es más satisfactoria gracias a la relación interinstitucional con Aduanas y la Cancillería. “Es una acción gubernamental que ha devenido en una política de Estado ya consolidada sobre nuestro patrimonio cultural”.

“Esto va de la mano con las acciones de prevención del Mincul y sus aliados estratégicos, que permiten, por ejemplo, el control territorial de los museos en sus ámbitos de influencia para prevenir el huaqueo, o las acciones junto a la Fiscalía de la Nación o a nivel internacional a través de la Cancillería. También junto a los países limítrofes se trabaja en evitar la venta ilegal de patrimonio arqueológico. Todas las acciones permiten la inhibición de las acciones de destrucción de nuestro patrimonio”, dijo Villacorta.

Gracias a todas estas acciones, el Estado peruano ha podido en los últimos años repatriar miles de piezas.

Fonte: https://elperuano.pe/noticia-el-retorno-de-joyas-72854.aspx (14/11/2018)

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