Gran ciudad Estado de Tikal influenció a Copán desde sus albores (Parte 02)

Por: Luis Alonso Grádiz M.

EL MIRADOR EN LA RUTA
La importancia de El Mirador, a la cual solo se puede acceder por helicóptero o desde la aldea Carmelita, San Andrés, caminando durante dos días por nueve horas o a caballo, reside en la pirámide de La Danta, la más alta de las mayas (72 metros), y de América, y una de las mayores del mundo, con un volumen de dos millones 800,000 metros cúbicos, 200,000 más que la Gran Pirámide de Keops, en Egipto.

Palacio del Rey “Gran Garra de Jaguar”, asesinado el 14 de enero de 378 d. C. por Siyah K’ak’, de Teotihuacán.

Desde Carmelita, la cooperativa forestal también tiene un servicio de cabañas de caoba y cedro para recibir a grupos de turistas y guiarlos por la ruta maya de El Mirador, como ocurrió el 21 de diciembre del 2012, cuando hubo ceremonias en los sitios arqueológicos porque se advino al final del ciclo de 5,000 años del calendario maya y que algunos creyeron que era el fin del mundo.

La ruta incluye las ciudades de La Florida, La Ceibita, Xulnal, Tamazul, El Lechugal, El Tintal, Wakná, El Porvenir, Nakbé, La Muerta y, por supuesto, El Mirador, entre otras, nos había detallado Antonio Centeno, presidente de la Comisión de Turismo de la Cooperativa Carmelita.

Evocando esos detalles estábamos en Tikal, cuando reiniciamos el recorrido, mientras un zorro gris y pizotes correteaban, los tucanes y quetzales cantaban en los árboles y los monos aulladores se deslizaban entre el follaje, hasta que al filo de las 2:00 de la tarde llegamos ante el Templo 3 o del Sacerdote Jaguar.

Castellanos, nos contó que “Yax Mutal” es el nombre original de Tikal, reino que fue identificado con la figura de un nudo de cabello y la ciudad conocida como “Primer Mutal”, cuyo significado aún se desconoce.

El nombre de Tikal, o cerca del hoyo con agua, en lengua maya, le fue dado en relación a una antigua reserva de agua del lugar, ya que en los alrededores no hay ríos ni otros arroyos y los mayas captaban el agua lluvia en sistemas de canales que confluían en “aguadas” o reservorios.

La arquitectura monumental del sitio se remonta hasta el siglo IV a. C., pero Tikal entró en apogeo durante el período Clásico, entre 200 y 900 d. C., habiendo dominado gran parte de la región maya en el ámbito político, económico y militar, al tiempo que interactuaba con otras regiones a lo largo de Mesoamérica, incluyendo la gran metrópoli de Teotihuacán, en el valle de México.

HALLAZGO DE TIKAL
“Su hallazgo fue reportado al gobernador en 1848, por buscadores de árboles de chicozapote, de donde se extrae la pasta chicle base para la elaboración de la goma de mascar, quienes indicaron que hallaron `casas en los cerros´, porque solo sobresalían los montículos entre la espesa jungla petenera”, nos ilustró la guía.

Mapa de la ruta desde la aldea de Carmelita, San Andrés, hasta la ciudad maya El Mirador.

Pese a que algunos relatos de segunda o tercera mano aparecieron en prensa a partir del siglo XVII y los escritos de John Lloyd Stephens en el siglo XIX, debido a la lejanía del sitio, ningún explorador visitó Tikal, hasta que el comisionado Modesto Méndez y el gobernador de Petén, Ambrosio Tut, la visitaron en 1848, alertados por los “chicleros”.

Para 1955, fue elevada a Parque Nacional Tikal y empezó el más grande proyecto de arqueología en El Petén, por parte de la Universidad de Pensilvania, y en 1979 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), nos detalló Castellanos, cuando íbamos en busca del más grande templo piramidal de Tikal.

Por un claro en el bosque, observamos a la distancia la cresta grande del Templo IV o de la Serpiente Bicéfala, que mide 65 metros de altura, en cuyas escalinatas la gente apenas se notaba. El cielo comenzaba a ponerse opaco cuando llegamos ante la mole de rocas talladas, eran casi las 2:30 de la tarde.

Acceder al Templo IV es un remate de la caminata porque sudando se sube un conjunto de escaleras de madera, en cuyas uniones uno se encuentra turistas de diferentes países del mundo, jadeantes y extenuados, pero aún así anima la sola idea de atisbar desde la altura las crestas de los templos 1, 2, 3 y 5.

Fue precisamente esa vista que sirvió de inspiración al actor y director de cine, Mel Gibson, en una visita a Tikal, para crear escenarios similares de su película “Apocalyto” de 2006, que rodó en Paso Ovejas, San Andrés Tuxtla y Catemaco, Veracruz, México.

Cansados, pero alegres, subimos la escalinata frontal de la cresta de Templo de la Serpiente Bicéfala, excepto Carmen Quintela y José Garth Medina, por aquello de los vértigos a las alturas ante espacios abismales, y el costarricense Luis Muñoz, hasta tuvo unos minutos de concentración mística como una especie de reminiscencias en la imaginería del panteón maya.

Una oleada de leves vientos acompañada por una tenue brisa nos invitó a bajar, tras una sesión de fotos, porque la guía nos dijo que si no nos apurábamos nos iba a atrapar la lluvia y que en Tikal suelen ser torrenciales. Bajamos apresuradamente y nos dirigimos por otros senderos entre la selva en busca del “Mundo Perdido”, la parte maya de “Yax Mutal”, del período preclásico.

En la plaza del “Mundo Perdido” hay siete templos, a los cuales no podía llegar cualquiera y estaba dedicada al sacrificio humano porque se encontró un foso con señales de fuego y restos humanos, además de que se han descubierto campos de pelota adjuntos.

Continua...

Fonte: http://www.latribuna.hn/2013/10/13/gran-ciudad-estado-de-tikal-influencio-a-copan-desde-sus-albores/ (13/10/2013)

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