Los secretos de Toniná y su impresionante pirámide maya (PARTE 02)

La última gran ciudad maya y sus guerras
Tras los trabajos de Juan Yadeun, quedó de manifiesto la belleza artística y relevancia histórica de Toniná, convirtiéndola en la última gran capital del viejo Imperio Maya (Chiapas, Guatemala y Honduras), con un pasado bélico temible, que alcanzó su esplendor entre el 800 y 900 d.C., cuando muchas de las ciudades vecinas estaban en decadencia.


Esta ciudad también nos brinda datos muy importantes sobre el fin de la cultura maya, de hecho, el lingüista César Corzo tradujo la palabra Toniná como donde obscurece o casa del poniente. Al relacionarse con los toltecas, los mayas de Toniná vieron en la sangre humana el elemento que alimentaba al universo, y entendieron a la guerra como la oportunidad de obtenerla.

Según sus creencias, capturar vivos a los grandes señores de las ciudades vecinas era de suma importancia. Los prisioneros eran llevados a Toniná donde eran decapitados en medio de fastuosos ritos, pues la sangre divina de los otros gobernantes era la energía que movía todo en el mundo. De esta forma encontramos restos y monumentos alusivos a los sacrificios humanos, y donde se representan a personajes sin cabeza, semidesnudos y con las manos atadas implorando piedad.


En su época de esplendor Toniná fue llamada La ciudad de los cautivos divinos, pues en ese lugar fueron tomados prisioneros dos hijos de Pakal.

Tanto los símbolos como los personajes inmortalizados mezclan el estilo escultórico selvático con el sentimiento mítico religioso del Altiplano. Esta relación mayas-toltecas daría como resultado el surgimiento del imperio de los itzaes, quienes habitaron la península de Yucatán.

El mural de la muerte
Otro de los descubrimientos hechos hace unos meses, fue un muro con texto glífico sobre K’inich B’aaknal Chaahk, nombre completo de un jerarca maya, sexto gobernante de los 14 hasta ahora conocidos de la ciudad, y quién fundó un señorío militar.

El “Mural de la muerte”, fue modelado en estuco y tiene dimensiones de 12 m de ancho por 4 m de altura. Fue elaborado hace más de 10 siglos y está dividido en 4 áreas. Si bien esta obra es maya, en él se nota su influencia tolteca y muestra la leyenda de los soles cosmogónicos y la llegada del inframundo a la Tierra. Esta concepción mostraba que ya no se veneraba tanto al maíz y que en realidad los sacerdotes estaban preocupados por el final del cuarto Sol y la llegada de las tinieblas.

Este mural tridimensional refleja a la perfección el rumbo violento seguido por el pueblo de Toniná. También hay plasmados soles muertos que se precipitan hacia el inframundo y figuras de calaveras. Una de ellas tiene la deformación craneal maya, además de orejas y abundantes cabelleras, y aunque parece sonreír, sus manos sostienen una cabeza, que se especula, podría ser de uno de los señores de Palenque.


Lo que viene
Y esto es solo el inicio de los muchos secretos que aún nos puede arrojar Toniná, una enigmática ciudad de la que diariamente surgen nuevos hallazgos. ¿Habrá nuevos murales debajo de la ciudad? Lo cierto es que estos descubrimientos son muy importantes y vale la pena que sean divulgados, pues están reescribiendo la historia del México prehispánico.

¿Cómo llegar?
Para visitar Toniná se debe tomar la carretera federal 190 que va de San Cristobal a Comitán. 12 kilómetros adelante se debe tomar la desviación a Ocosingo y tomar el camino de terracería que nos llevará hasta la zona arqueológica.


En Ocosingo hay restaurantes y hoteles modestos, aunque si desean algo más lujoso, pueden ir a San Cristóbal de las Casas, a 50 km de distancia. Próximamente se construirá un museo y una carretera pavimentada.

Fonte: http://www.sopitas.com/site/489331-los-secretos-de-tonina-y-su-impresionante-piramide-maya/ (17/06/2015)

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