Los antiguos mayas se llevaban los huesos de sus ancestros cuando se cambiaban de casa

La primera persona que murió en el Grupo de los Bailarines, en Belice, fue sepultada con los restos de sus ancestros, traídos de otro lugar para conectar la familia recién fundada con su passado

Por: David Ruiz Marull – Barcelona – 31/03/2025

Los ancestros eran fundamentales en la sociedad maya. Servían para legitimar posiciones de poder y autoridad, crear identidades sociales e incluso otorgar privilegios y recursos a través de las herencias. Pero no todas las personas se convertían en ancestros tras su muerte.

Eran sus descendientes vivos –con los que no siempre tenía que existir vínculo biológico- los que les daban notoriedad a través de rituales, celebraciones y rememoraciones. Tan alta era la conexión, que querían mantener los restos de esos antepasados siempre cerca… incluso si se cambiaban de casa.

Un entierro maya de hace 2.000 años

Así lo ha revelado un entierro maya de hace 2.000 años descubierto en Belice, que indica que los huesos de dos individuos no locales fueron empaquetados y reubicados cuando los habitantes del sitio se mudaron, en un intento de proteger a su nuevo hogar con los espíritus de sus ancestros.

Los antepasados mayas tenían la capacidad de influir en la vida de sus descendientes vivos al mantener un hogar saludable, brindar protección y traer buena suerte. Los muertos solían estar confinados en espacios íntimos como bancos, paredes y suelos de la casa, lo que limitaba el acceso a recuerdos y rituales. Algunas familias depositan sus ancestros en espacios más públicos, como el patio.

La tumba hallada data del período Preclásico Tardío (que se extendió entre el año 300 a.C. y el 250 d.C) y se encontró en una casa común conocida como el Grupo de los Bailarines, cerca de la antigua ciudad de Dos Hombres, según explica Angelina J. Locker en un artículo publicado en el número de junio de la revista Journal of Anthropological Archaeology.

Esta antropóloga de la Vanderbilt University analizó un esqueleto fragmentado enterrado con los dientes de otros dos individuos. Basándose en un montículo de conchas de mejillones junto a los restos, cree que esta persona probablemente fue venerada con un banquete de mariscos y representa un antepasado fundador del Grupo de los Bailarines.

Los otros huesos humanos dentro de esta sepultura fueron interpretados como ofrendas de sacrificio a este progenitor, pero Locker presenta varias razones para dudar de esta suposición. Que esta familia no perteneciera a la élite hace poco probable que alguien que viviera allí fuera honrado con un sacrificio humano, dice.

Además, la falta de marcas de cortes que pudieran representar carnicería o desollado sugiere que ninguno de estos entierros secundarios fue realizado intencionalmente. Buscando una explicación alternativa, Locker señala que los mayas veían el cuerpo como divisible en múltiples partes.

Uno de estos componentes, llamado Ik, representa “el aliento del alma” y solía estar asociado a la boca y la mandíbula. “Se creía que la esencia de los antepasados estaban asociadas con Ik y, por lo tanto, la forma encarnada residía en la boca, explícitamente en los dientes”, escribe la autora del estudio.

Por eso sugiere que los dientes encontrados en la sepultura pueden pertenecer a los antepasados de este individuo fundador, y que se llevaron hasta esta residencia desde otro lugar para mantener la conexión de la familia con un linaje ancestral más profundo.

Análisis isotópicos de oxígeno y estroncio

Para investigar si este era el caso, Angelina J. Locker realizó análisis isotópicos en los restos de los tres individuos. Mientras que el esqueleto del entierro principal mostraba signos de haber sido criado con una dieta de origen local, los dientes de los otros dos individuos resultaron ser de lugares más lejanos.

“Los entierros secundarios eran de ancestros emergentes, utilizados para crear un lugar para los descendientes vivos vinculado al de sus antepasados”, añade Locker. En otras palabras, la primera persona que murió en el Grupo de los Bailarines fue sepultada con los restos de sus ancestros, traídos de otro lugar para conectar la familia recién fundada con su pasado.

Los mayas mantenían a sus ancestros cerca de los vivos mediante su entierro en espacios residenciales y comunitarios, permitiendo una constante conmemoración e interacción. “Se utilizaron para legitimar a las personas que vivían en el Grupo de los Bailarines, otorgando linaje al lugar”, concluye Locker.

Fonte: Losantiguos mayas del Grupo de los Bailarines de Belice se llevaban los huesos desus ancestros enterrados cuando se cambiaban de casa

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