Científicos descubren por qué las momias prehistóricas de Atacama poseen cerebros más pequeños de lo común
Las momias de Atacama poseen un volumen intracraneal menor que el de las poblaciones contemporáneas. Un reciente estudio analiza los motivos que explican esta variación.
Publicado por Erica Couto
– 23/12/2025
Conservadas durante milenios en el desierto de Atacama, las momias de la cultura
Chinchorro han fascinado a la arqueología mundial, pues se cuentan entre los
ejemplos más antiguos del planeta de momificación artificial. Sin embargo, más
allá de sus complejas prácticas funerarias, estos restos humanos siguen
ofreciendo información fundamental para explorar la biología y la adaptación de
las poblaciones prehistóricas sudamericanas. Uno de los rasgos somáticos que
había sorprendido a los estudiosos concernía el menor volumen intracraneal de
los individuos momificados en comparación con las poblaciones chilenas
actuales. Ahora, un reciente estudio científico ha aportado una explicación
sólida a este rasgo llamativo. La investigación demuestra que esta
diferencia no respondió a prácticas culturales ligadas a la deformación
intencional del cráneo, sino a factores biológicos y ambientales de largo
recorrido.
La cultura Chinchorro y su singular contexto vital
La cultura Chinchorro se desarrolló entre aproximadamente
7.500 y 3.500 años antes del presente a lo largo de la costa del norte de Chile
y del sur de Perú. Englobaba a comunidades de cazadores-recolectores-pescadores
que explotaban de forma intensiva los recursos marinos del Pacífico, lo que les
permitió mantener una notable estabilidad alimentaria durante milenios. Su
modo de vida costero, semisedentario y altamente especializado generó una serie
de condiciones biológicas distintas con respecto a las de las poblaciones
agrícolas posteriores y las sociedades industriales modernas. Este contexto
socioeconómico resulta esencial para interpretar las características anatómicas
de las momias.
¿Qué es el volumen intracraneal y por qué importa?
El volumen intracraneal es una medida indirecta del tamaño
del cerebro, ya que cuantifica el espacio interno del cráneo que alberga el
encéfalo. En contextos arqueológicos, donde el tejido blando no se conserva,
esta variable constituye un indicador clave para estudiar la morfología
cerebral y su relación con factores como la estatura, el sexo, la nutrición y
el entorno. No se trata, pues, de una medida de la inteligencia del
individuo, sino de un parámetro anatómico vinculado al desarrollo corporal en
su conjunto.
Una metodología de alta precisión aplicada a momias
milenarias
El estudio publicado en Scientific Reports analizó
los cráneos de individuos de Chinchorro, de poblaciones
agrícolas prehispánicas posteriores y de chilenos contemporáneos mediante
tomografía computarizada y reconstrucciones tridimensionales. Esta metodología
permitió calcular el volumen intracraneal de forma no invasiva, incluso en
cráneos fragmentados o parcialmente momificados.
Los resultados de estos análisis muestran que el volumen
intracraneal medio de los individuos Chinchorro era significativamente menor
que el de la población chilena actual. Sin embargo, la diferencia entre los
individuos de la cultura Chinchorro y los grupos agrícolas prehispánicos es
mínima y estadísticamente poco significativa. según los investigadores, esto
indica que la adopción de la agricultura no provocó un aumento inmediato del
tamaño craneal ni cerebral en las poblaciones del norte de Chile.
Por el contrario, las grandes diferencias en el volumen
intracraneal aparecen únicamente al comparar las poblaciones preindustriales
con la población moderna. En este caso, se registra un aumento superior al 12 %
en el volumen intracraneal promedio.
El papel decisivo de la estatura y la alometría corporal
Una de las conclusiones más relevantes a las que ha llegado
el estudio sugiere la estrecha relación entre la estatura y el volumen
intracraneal. Las poblaciones Chinchorro presentaban una talla corporal más
baja que la de los chilenos actuales y esta diferencia explica en gran medida
el menor tamaño de sus cráneos. El volumen del cerebro sigue patrones
alométricos. Así, los cuerpos más pequeños tienden a albergar cerebros de menor
tamaño, sin que ello implique diferencias funcionales.
El análisis también confirma que, en todas las poblaciones
estudiadas, los hombres presentan volúmenes intracraneales mayores que las
mujeres. No obstante, el grado de dimorfismo sexual varía según el contexto
histórico. Las poblaciones agrícolas muestran un dimorfismo menor que
aquel de los Chinchorro y los chilenos actuales, lo que sugiere
interacciones complejas entre la biología, la nutrición y la estructura social.
Nutrición, salud y desarrollo en perspectiva histórica
Aunque la dieta Chinchorro era rica en proteínas marinas, no
ofrecía la diversidad nutricional ni la estabilidad sanitaria propias de las
sociedades contemporáneas. El estudio subraya que el aumento de la estatura y
el volumen intracraneal observados en Chile se
produjeron principalmente durante el siglo XX, en paralelo a las mejoras en la
nutrición, la sanidad, la educación y la calidad de vida. El desarrollo
cerebral, por tanto, se ve especialmente influido por las condiciones
ambientales durante la infancia.
Deformación craneal: una práctica cultural sin impacto en
el volumen cerebral
Las poblaciones Chinchorro y agrícolas practicaron
deformaciones craneales intencionales con fines identitarios. Sin embargo, el
estudio demuestra que estas modificaciones alteraban la forma del cráneo, pero
no su volumen interno. El trabajo desmonta así las hipótesis antiguas que
atribuían el menor volumen intracraneal a este tipo de intervenciones.
Una historia biológica marcada por la modernidad
El estudio publicado en Scientific Reports confirma
que las momias de Atacama no tenían cerebros anormalmente pequeños, sino
cerebros proporcionados a los cuerpos más bajos y a las condiciones de vida
preindustriales. El aumento del volumen intracraneal es un fenómeno
reciente, ligado a transformaciones socioambientales profundas más que a
cambios culturales prehistóricos.
El menor tamaño cerebral de las momias Chinchorro, por
tanto, refleja una adaptación biológica coherente con su entorno.
La investigación demuestra que la biología humana es profundamente sensible a
las condiciones de vida y que muchos rasgos que hoy consideramos normales son,
en realidad, el producto de cambios muy recientes.
Referencias
- Rojas-Costa, G. M., Silva-Pinto, V., Valenzuela, Y., de la Iglesia-Vayá, M., Molina-Mateo, J., Salazar-García, D. C., Valdes-Sosa, P. A. y Gálvez, M. 2025. "Intracranial volume variation in Chinchorro mummies: a comparative study with pre-Hispanic farmers and contemporary Chilean populations". Scientific Reports, 15, 41301. DOI: https://doi.org/10.1038/s41598-025-25186-y




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