Los cráneos alargados de Paracas: el ADN que reveló un nuevo misterio de la antigua civilización

Reconstrucción de rostros y cráneos alargados de los Paracas gracias a la digitalización en 3D.

20 de septiembre de 2022

Entre el desierto costero y el mar frío de la corriente peruana se ubican las tierras de Paracas, escenario que fue habitado por una de las culturas más importantes y enigmáticas que forman parte de la estructura de nuestra identidad como país cultural.

Los antiguos habitantes han sido elementos de admiración e investigación por las actividades ancestrales que practicaban, y de las cuales se tiene evidencia. Es así como se logra reconocer que desarrollaron habilidades y técnicas en relación a la pesca, así como en la textilería.

Su legado también nos ubica en un momento de la historia peruana en la que se generaron procedimientos que fueron denominados como modificaciones corporales, siendo formas de expresión comunicativas cuando no existían los cánones de belleza, pero si márgenes de estatus para diferenciar los grupos autoritarios en los territorios.

En el caso de la cultura Paracas que se encuentra dividido en tres periodos, temprano, medio y tardío- las intervenciones se presentaron en la zona superior de los cuerpos, haciendo hincapié en el rostro y area total del cráneo. Se reconoce que la estructura corporal, así como las intervenciones, van más allá de un modelo estético. Este se convierte en un instrumento para hablar de luchas, creencias y posturas que marcan un contexto social y el mismo desarrollo cultural e ideológico.

Los descubrimientos permitieron reconocer a una valiosa cultura pre inca que se asentó en la región sur del Perú. Entre el 600 a.C. al 100 d.C. se desarrolló la civilización de los Paracas, quienes se caracterizaron por sus trabajos manuales -en textiles y pinturas- así como el interés en los fardos funerarios que evidenciaron las técnicas avanzadas en momificación, medicina y cirugía.

El primer arqueólogo indígena de América, Julio C. Tello, fue uno de los personajes que aportaron a los estudios que revelaron descubrimientos decisivos para la reconstrucción del pasado prehispánico peruano y sudamericano. En 1915, el considerado padre de la Arqueología Peruana, organizó una expedición hacia la sierra sur y a la costa. En este último destino dirigió excavaciones y examinó colecciones de Atico hasta Lomas. Fue el primero en reportar sobre la existencia de una cultura en el valle de Nazca. Uma publicación realizada por l UNMSM, sostiene que en abril de 1925, trescientos doce fardos funerarios fueron extraídos y enviados al museo de la universidad.

En Arena Blanca y Cerro Colorado se colectaron cráneos alargados y deformados en una necrópolis llamada Cabeza Larga. Los hallazgos en las cavernas permitieron reconocer las actividades de embalsamiento y conservación de los antiguos peruanos. Lo encontrado demostró la interacción costa-sierra.

Durante el período de 1925 a 1930, Tello y el equipo del Museo de Arqueología Peruana publicaron evidencias de lo que serían dos culturas distintas en Paracas. En Arena Blanca se halló un asentamiento de grandes estructuras nucleares subterráneas donde se enterraron restos momificados, solos o agrupados, dentro o alrededor de estas estructuras abandonadas.

En la necrópolis Cabeza Larga, encontraron doce distintas áreas de entierros donde los cuerpos estaban envueltos en textiles suntuosamente decorados y enterrados junto con cerámica relativamente simple.

Por muchos años, la modelación craneana -no deformación- fue uno de los aspectos que diferenció a esta cultura del antiguo Perú. Elsa Tomasto-Cagigao, bioarqueología y antropóloga forense, sostiene en su artículo publicado en el boletín de Arqueología PUCP N° 22, que “el rostro y la cabeza, como parte más visible de la persona, son elementos centrales en la construcción y expresión de la identidad”.

Sobre el aspecto de la cabeza a causa de la remodelación craneal, esta se debe a la práctica de colocar elementos rígidos y/o flexibles que se ajustan cuidadosamente al cráneo en crecimiento y producen presión en ciertas zonas; “de esta manera, dirigen el crecimiento hacia las áreas del cráneo donde existe menor presión”.

Se comprende que este procedimiento de alterar la estructura ósea solo se puede realizar durante los primeros meses de vida y hasta los tres años de edad, cuando los tejidos del cráneo son flexibles y durante la etapa en la cual el crecimiento del cerebro es muy rápido.

Hay hasta 4 formas que los Paracas emplearon técnicas para mantener la presión en la cabeza, con ayuda de telares y algodones, sumando sujetadores que generaban este cambio. Los cráneos alargados podría deberse a una suerte de diferenciación de etnias o para asemejarse a algún elemento de la naturaleza. Este proceso, de su representación del mundo, guarda relación con la ceremonia Ayuscay, un ritual que se celebraba en el nacimiento de los niños de alto estatus. A estos se les colocaba unos artefactos que cumplía la función de alargarlo con presión.

Brien Foerster, uno de los investigadores de las cabezas alargadas en América del Sur, compartió un resultado que generó la evaluación de 18 cráneos extraídos del sur peruano. Para agosto de 2021 publicó un video en su canal de YouTube en el que describe el trabajo realizado durante 5 años en el que recibió el respaldo y autorización del Ministerio de Cultura.

Los estudios fueron realizados en Estados Unidos y Canadá permiten identificar que hace dos mil o tres mil años atrás se recogieron evidencias de cráneos alargados, que coinciden con el periodo de los Paracas, en el Mar Negro y Crimea, lo cual determinaría una señal de migración.

El autor de “Beyond the black sea” ha identificado que existe una diferenciación entre los cráneos hallados en el territorio peruano. Sosteniendo los restos óseos sobre sus manos, menciona que: “creemos que esta persona nació con el cráneo alargado”. Esta hipótesis se respalda en el grana agujero que se ubica más atrás de su posición considerada normal en el ser humano, por lo que es un diferenciador genético. “No puedes cambiar la posición solo con ataduras porque tratar de hacerlo, especialmente con un bebé, terminarías matándolo”.

El aspecto de los restos generó el reconocimiento de amplios espacios cóncavos para los ojos, así como cabello rojizo en algunos habitantes.

El investigador hizo una amplia explicación sobre el agujero que poseen las piezas óseas, las cuales serían ovaladas y no circulares como en los Homo sapiens sapiens, siendo otra anomalía expuesta. Con ello concluye que los cuellos son más delgados y largos de lo normal. Otro factor a destacar es el tipo de sangre que arrojaron los resultados.

De los cráneos alargados que pasaron por el test se recogió que el tipo de sangre no coincide con los hallazgos procedentes de México y que se extienden al territorio de Sudamérica. En este sector, el tipo de sangre común es O al 100%, pero en el caso de los Paracas, este se desprende en: 28.5% del tipo A; 7.1% del tipo B; 21.4% del tipo A y B, considerado el más raro del planeta; y 43% del tipo O. Esta publicación del 2021 despertará nuevos análisis e investigaciones que permitirán ampliar el panorama de conocimientos en relación a la compleja cultura que presentaría un rasgo eurasiático en el ADN, según Foerster y el equipo de profesionales a su disposición.

Fonte: Los cráneos alargados de Paracas: el ADN que reveló un nuevo misterio de la antigua civilización - VIVE | La Plata (vivelaplata.com.ar)  

 

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