Solemos pensar en los sitios arqueológicos como lugares estáticos: ciudades que se encuentran, se descubren, se muestran a la sociedad actual y congeladas en el tiempo para sociedades futuras. Por Alicia Navarrete – 17.12.2023 Sin embargo, la realidad es que, al menos en México, las zonas arqueológicas son lugares que se van transformando continuamente gracias a la labor (y enorme esfuerzo) de un equipo muy grande, compuesto por personas con distintas formaciones, habilidades y conocimientos: arqueólogos, sí, pero también restauradores, arquitectos, dibujantes, fotógrafos, albañiles, ingenieros, y muchas otras personas que incansablemente trabajan “tras bambalinas” para develar el antiguo esplendor del pasado. Cada una de esas personas y sus labores merece un artículo por separado (y los estaremos presentando en el futuro), pero por ahora nos concentraremos en el objeto de sus labores; específicamente, en el icónico y multitudinario sitio arqueológico de Chiché...