Camino del cielo huasteco


Foto: En Tamtoc, San Luis Potosí el público verá los astros como en la época prehispánica.

BUSCAN ESTRELLAS EN FIRMAMENTO HUASTECO

*** La Zona Arqueológica de Tamtoc, en San Luis Potosí, será sede de esta actividad científica en la que el público verá los astros como se hacía en el México prehispánico

*** Se espera la participación de más de 200 personas que podrán mirar al cielo desde las 19:00 y hasta las 23:00 horas

El interés por descifrar el cielo, práctica común en la época prehispánica, es retomada en este siglo XXI, a través de la llamada Noche de Observación Astronómica en Sitios Arqueológicos, Los caminos del cielo, que este 20 de marzo tendrá como sede al sitio de Tamtoc, en San Luis Potosí.

Considerada la capital prehispánica de la cultura huasteca, la Zona Arqueológica de Tamtoc fue uno de los sitios predilectos para la observación celeste, de ahí que sus antiguos habitantes desarrollaran una cosmovisión vinculada con el movimiento de los astros.

A varios siglos de distancia, persiste esa inquietud por levantar la mirada al cielo y ver el camino aparente que siguen las estrellas. En esta noche de observación astronómica, organizada por la Coordinación Nacional de Arqueología, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), cientos de personas podrán seguir el ejemplo de los antepasados y mirar el firmamento.

A partir de las 19:00 horas, los visitantes accederán de manera gratuita al sitio, para agruparse en la Plaza Principal y participar en esta actividad, que estará bajo la guía de los arqueólogos Guillermo Córdova Tello y Estela Martínez Mora, y personal de apoyo en el sitio.

La investigadora del INAH, Estela Martínez, señaló que primero se impartirá una conferencia sobre la observación del cielo en el México antiguo y su significado para las culturas prehispánicas, en particular, para la huasteca.

“Dado que esta actividad se hacía sin aparatos, pretendemos que la gente vea el firmamento y con unos planisferios celestes o mapa ubique lo que está observando. Pero también se permitirá llevar telescopios o binoculares a quienes prefieran utilizar estos instrumentos. También hay unos rayos láser verdes, especiales para astronomía, con los que se pueden señalar las estrellas.

“Me parece que resultará una actividad muy interesante para el público, al que se le explicará la importancia de la observación celeste que en la antigüedad estuvo ligada a los ciclos agrícolas y la ideología”.

La arqueóloga del INAH indicó que se espera la llegada de más de 200 personas, ya que se ha hecho una amplia campaña publicitaria, a través de trípticos y carteles, para invitar a la gente a que a participe en esta observación astronómica.

Así mismo, llegarán dos autobuses de la Universidad de San Luis, y también acudirá una asociación de aficionados a la astronomía de la entidad, lo que refleja el gran interés de la gente en este tipo de actividades científicas.

Martínez Mora agregó que las condiciones climáticas son propicias para llevar a cabo esta observación, porque se prevé que el cielo estará totalmente despejado y esto permitirá incluso ver el firmamento a simple vista. La actividad culminará a las 11 de la noche.

Cabe recordar que esta actividad se repetirá a lo largo del año en otras nueve zonas arqueológicas, entre ellas Tulum, Quintana Roo (21 de marzo); Tzintzuntzan, Michoacán (16 de abril); Paquimé, Chihuahua (11 de agosto); Tula, Hidalgo (10 de septiembre); Toniná, Chiapas (25 de octubre); La Ferrería, Durango (11 de noviembre); Calixtlahuaca, Estado de México (13 de noviembre); Chalcatzingo, Morelos (17 de noviembre); y Tehuacalco, Guerrero (13 de diciembre).

La cosmovisión huasteca

El cosmos huasteco se componía de tres planos: uno inferior, habitado por los muertos y los dioses de condición fría; el intermedio o terrestre, poblado por los seres humanos; y el superior, morada de los dioses de la naturaleza caliente.

Esta idea tripartita del universo sigue vigente en los pueblos indígenas de esta región de México.

En la antigua ciudad de Tamtoc se han identificado tres periodos de ocupación: el más antiguo ocurrido cerca del 600 a.C., que corresponde al periodo de surgimiento de la urbe; el segundo aconteció entre los años 600 y 900 d.C., y el tercero sucedió entre 900 y 1350.

Fonte: México, www.inah.gob.mx/ (19/03/2010)

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