Exploración en la Iglesia Vieja


Foto: arqueólogo Akira Kaneko









Especialistas investigan evidencias de arquitectura megalítica en Tonalá, Chiapas.


Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), exploran el sitio arqueológico conocido como Iglesia Vieja, ubicado en Tonalá, Chiapas. Se trata de un área con evidencias de obras arquitectónicas compuestas con grandes bloques de piedra —de hasta 2 metros y mayores a una tonelada—, “que rompen toda norma de la arquitectura mesoamericana conocida”.

Esta semana concluye la temporada de trabajo más reciente en este lugar con vestigios prehispánicos, que los especialistas denominan arquitectura megalítica. El proyecto arqueológico, dirigido por el investigador Akira Kaneko, contempla la puesta en valor de un par de los siete conjuntos monumentales enclavados en una elevación a 740 metros sobre el nivel del mar, entre la costa del Océano Pacífico y la Sierra Madre Oriental.

De acuerdo con fechamientos de carbono 14, Iglesia Vieja estuvo ocupada entre los años 250 y 450 d. C., en el periodo Clásico Temprano, coincidiendo en parte con el desarrollo de Teotihuacan. Pese a su localización estratégica y la influencia de distintas regiones de Mesoamérica, se trató de una cultura local probablemente ligada al grupo lingüístico mixe-zoque.

En palabras de Akira Kaneko, de comprobarse la hipótesis de que este grupo (mixe-zoque) se extendió hasta el Istmo de Tehuantepec, fungiendo como intermediario entre parte del área oaxaqueña y la maya, “habría que agregar un nuevo capítulo en la historia de Mesoamérica.

El primero de los conjuntos arquitectónicos en ser liberado y consolidado es el Grupo B, del que destaca una pirámide de 95 metros en su fachada por 65 de largo; en ésta se encuentran petrograbados prehispánicos con el símbolo de Venus, representado con una cruz, de ahí que los actuales tonaltecos designaron al lugar como Iglesia Vieja, relacionando esta imagen con la iconografía cristiana.

“Los constructores de estas épocas tempranas lograron las obras más grandes y voluminosas en la historia de la arquitectura mesoamericana. Los antiguos habitantes de Iglesia Vieja lograron el desarrollo de la arquitectura megalítica sin recibir la influencia externa, es decir, cristalizó su propia cultura, la que podríamos nombrar como cultura Tonalá.

“Iglesia Vieja —continuó Kaneko— fue la capital regional en el Clásico Temprano, es decir, dominó un área que abarcaba Tonalá, el corredor hacia los que hoy son los municipios chiapanecos de Pijijiapan y Arriaga, y parte de Oaxaca. Esta zona estaba intervenida por los señores de Iglesia Vieja, presuntamente de habla mixe-zoque, y que detentaron un gran poder económico, político, e inclusive militar”.

Otro aspecto relevante de Iglesia Vieja ha sido la localización de cerca de 30 monumentos escultóricos, entre ellos, uno que cumplía la función de altar y que tiene labrada la cabeza de una serpiente y tres rostros humanos; además se hallan representaciones de animales fantásticos y una serie de esculturas menores de estilo olmeca.

La intención a mediano plazo —comentó Akira Kaneko, arqueólogo adscrito al Centro INAH Chiapas—, es que este sitio que se extiende en aproximadamente 70 hectáreas, sea abierto al público y forme parte del corredor turístico de la costa chiapaneca, lo que contribuirá a la derrama económica en la zona de Tonalá.

Aunque Iglesia Vieja fue recorrida por estudiosos y expedicionarios desde inicios del siglo XX, y entre los años 40 y 50, arqueólogos como Edwin Ferdon Jr., John Corbett, José Luis Lorenzo y Carlos Navarrete, lo describieron. Desde 1998 se han realizado recorridos de superficie, y a partir de 2003 se ha excavado sistemáticamente por arqueólogos del Centro INAH Chiapas.

“En la región de Tonalá se localizan sitios arqueológicos como Tzutzuculi, La Perserverancia, Los Horcones e Iglesia Vieja, por mencionar algunos, y es una de las pocas áreas mesoamericanas en las que se observa una gran diversidad de elementos culturales, desde olmecas y teotihuacanos, hasta mayas, mixe-zoques y tal vez mexicas”.

“Desde luego, Iglesia Vieja no está aislada, existe otro asentamiento de arquitectura megalítica conocido como Ciudad perdida, ubicado en la cima de una colina cerca del Cerro Bernal, en la misma región de Tonalá. La cronología de estos sitios a base piedras de grandes dimensiones, dentro de los cuales se encuentran también algunos de la Península de Yucatán, coincide con el Preclásico Tardío y el Clásico Temprano”, comentó Akira Kaneko.

Para la recepción de visitantes en Iglesia Vieja, el Grupo B —con tres edificios, más un anexo— se halla prácticamente consolidado; se compone de estructuras con plataformas grandes y medianas, basamentos y templos, así como plazas y accesos (en su mayoría rampas), cuyo estado de conservación es bueno.

Estas edificaciones se realizaron superponiendo grandes bloques megalíticos de granito sobre un relleno de tierra, y hasta el momento no se han encontrado restos de argamasa; “su estilo podría definirse como una especie de talud-tablero”, detalló Akira Kaneko.

En la más reciente temporada de campo, que concluye esta semana, se consolidaron dos construcciones del Grupo B y se prevé que para 2010 se trabaje una del conjunto C.

Fonte:
México, www.inah.gob.mx/ (24/12/2009)

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