INAH olvida a extraordinaria zona arqueológica en “El Águila”.

Texto de Maybelline Ibáñez Juárez

Tihuatlán, Ver.- Enclavada al sur de la cabecera municipal de Tihuatlán, a 10 kilómetros de la ciudad de Poza Rica, colindante al este con el Aeropuerto Tajín; la comunidad El Águila, es una zona arqueológica de influencia totonaca, un área mantenida en el olvido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

La zona arqueológica aún es inexplorable y colinda con la desviación de la carretera México-Tuxpan, y pertenece al sitio ceremonial de El Tajín. A decir de sus moradores, el INAH se ha olvidado por completo del sitio arqueológico, a pesar de que ya existe un acercamiento con las autoridades municipales para detonarla, sin embargo, hasta el momento se encuentra en el olvido ya que no se ha descubierto la pirámide principal que es muestra de asentamientos arqueológicos.

Dámaso García Cortez, consejero comunitario de El Águila, mencionó que en los inicios del presente gobierno presentaron ante el INAH un proyecto de rescate de la zona, documentos que solo quedaron en letras plasmadas porque a la fecha permanecen en la espera de una respuesta que no ha llegado.

En el documento explica los pocos servicios con las que cuentan, así como sus necesidades y difunden sus tradiciones, cultura, danza, medicina tradicional entre otras actividades que los pobladores realizan, semejantes a la cultura totonaca. Es una comunidad con una riqueza cultural invaluable, la cual sus habitantes han pedido a la Secretaría de Turismo que comiencen los trabajos para detonarla turísticamente , así como también le han pedido a los funcionarios de la INAH el descubrimiento de la zona arqueológica, la cual se encuentra sepultada .

El consejero comunitario de El Águila, Dámaso García Cortez, también destacó que existe una leyenda muy antigua sobre la zona arqueológica, la cual es sorprendente para propios y extraños, ya que el sitio se encuentra en un lugar denominado “cerro de las pirámides” además que es muy visitado por duendecillos al medio día.

La gente puede escuchar la risa de estos duendes, como si estuvieran en una fiesta, por lo que los pobladores, respetan mucho la zona arqueológica, ya que hay quienes aseguran haber vivido una experiencia fuera de lo normal con estos duendes que protegen la zona arqueológica encantada.

Para llegar al lugar asegura, se debe de asistir en compañía de otra persona, de no ser así existe el riesgo de vivir la experiencia del encanto por parte de duendes que se cree cuidan de la zona arqueológica de los saqueadores de piezas. El Águila es un lugar místico, su nombre surge a raíz del hallazgo de una pieza arqueológica en forma de águila otros comentan que adquirió el nombre por la compañía petrolera “El Águila” que en los años cincuentas se estableció en la zona de influencia petrolera.

Es un lugar propicio para la creación de temascales, para la instalación de un parque temático, tal como lo establece el proyecto presentado por Dámaso García Cortes al INAH. Lamentablemente, el gobierno federal mantiene la zona arqueológica en el olvido, la pirámide permanece sepultada a las manos de los saqueadores de piezas de gran valor arqueológico.

Pareciera que en el INAH hay falta de voluntad para descubrir la zona arqueológica de El Águila y la riqueza invaluable de grandes construcciones de culturas antiguas sepultadas en el municipio o quizá se deba a la falta de presupuesto para rescatar y construir la historia, el legado que dejaron nuestros antepasados para entender el futuro que nos tocará a algunos vivir.

Fonte: http://www.infoveracruz.com/noticias/?p=56504 (27/09/2010)

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