Descubre la arqueología del norte de México
Nuevo León, Chihuahua, Baja California y Tamaulipas albergan un vasto acervo de cultura previa a la Conquista. Recorre esta ruta arqueológica poco conocida
Por: Ana Cecilia Méndez
Lugares como Paquimé y Cueva Grande en Chihuahua, Boca de Potrerillos en Nuevo León y el Vallecito en Baja California confirman la vida y actividades de nuestros antepasados.
En ellas se pueden apreciar centros ceremoniales, herramientas y pinturas rupestres que dan fe de la evolución intelectual y humana a lo largo de los años. CONACULTA tiene un registro total de 117 recursos considerados como patrimonio por ser zonas que albergan historia.
En conjunto, los estados del norte alojan 10 regiones principalmente habitadas por poblaciones prehispánicas. En ellas destacan construcciones hechas de adobe, que son grandes ejemplos de talento arquitectónico. Su edificación no requirió ni máquinas ni materiales pesados. De10.mx propone la siguiente ruta para conocer los vestigios arqueológicos del norte del país.
Chihuahua
Cuenta con el 2.8 por ciento del patrimonio de ruinas arqueológicas en el país. El recorrido comienza a medio kilómetro de Casas Grandes, municipio de Chihuahua, en la zona arqueológica nombrada Paquimé, un asentamiento prehispánico que se instaló en el noroeste de la Sierra Madre Occidental y la mayor parte del oeste de Chihuahua.
El lugar está compuesto por edificaciones de adobe que asemejan un laberinto. Ellas demuestran las dotes que nuestros antepasados tenían para construir.
Las cuarenta casas. Zona histórica localizada en el pueblo de Vallecito, data de los años 1205 a 1260 después de Cristo. Muestra que Chihuahua fue habitado por grupos de recolectores de plantas comestibles. Esta región funcionó como punto intermedio para las rutas que el grupo asentado en Paquimé estableció para conectarse a las costas del Océano Pacífico y el Golfo de California.
También vestigio de Paquimé es la Cueva de la Olla, a 70 kilómetros de la ciudad de Casas Grandes. De acuerdo con CONACULTA es una de las zonas más antiguas y data de los años 950 a 1060 después de Cristo. Destaca una especie de granero en forma de olla, por lo que se le dio ese nombre a la región.
Madera, municipio de Chihuahua, alberga Cueva Grande, una construcción de adobe realizada aproximadamente entre los años 1060 y 1205 después de Cristo. Ahí puede admirarse una cueva de grandes proporciones que se adorna con una cascada durante el verano.
Nuevo León
Boca de Potrerillos es la única zona arqueológica del estado de Nuevo León que figura en la lista de CONACULTA. Se conforma por seis kilómetros situados en medio del desierto, entre dos sierras que forman una entrada al Cañón de Potrerillos.
Acoge centenas de hornos prehispánicos denominados fogones, herramientas de piedra, grabados en roca y otros indicadores de habitantes indígenas autóctonos del territorio, ahora en el municipio de Mina, Nuevo León. Es considerada la zona con petroglifos más extensos e importantes del país.
Tamaulipas
Este estado posee tres registros de zonas arqueológicas. Una de ellas es Las Flores, prueba del asentamiento huasteco en la época prehispánica. Sin embargo, la región fue afectada por el desarrollo de la ciudad de Tampico, ubicada a sólo 4 kilómetros, por lo que sólo se conserva un edificio principal.
La segunda es El sabinito, zona arqueológica descubierta en 1987. La región es casi virgen por lo que está rodeada de vegetación abundante. Es considerada una de las máximas expresiones de población indígena de Tamaulipas, localizada en el municipio Soto la Marina. Sus vestigios van desde dos edificios circulares hasta una plaza ceremonial y pirámides.
Baja California
Con un sólo registro de El Vallecito como zona arqueológica, fue poblada desde hace más de 10 mil años por cazadores y recolectores del grupo étnico Kumuai. Como prueba existen 18 conjuntos de pinturas rupestres de las que están abiertos al público sólo seis. Se ubica exactamente en la Sierra de Juárez, seis kilómetros al oeste de la población de La Rumorosa.
Fonte: http://de10.com.mx/10712.html (18/02/2011)
Por: Ana Cecilia Méndez
Lugares como Paquimé y Cueva Grande en Chihuahua, Boca de Potrerillos en Nuevo León y el Vallecito en Baja California confirman la vida y actividades de nuestros antepasados. En ellas se pueden apreciar centros ceremoniales, herramientas y pinturas rupestres que dan fe de la evolución intelectual y humana a lo largo de los años. CONACULTA tiene un registro total de 117 recursos considerados como patrimonio por ser zonas que albergan historia.
En conjunto, los estados del norte alojan 10 regiones principalmente habitadas por poblaciones prehispánicas. En ellas destacan construcciones hechas de adobe, que son grandes ejemplos de talento arquitectónico. Su edificación no requirió ni máquinas ni materiales pesados. De10.mx propone la siguiente ruta para conocer los vestigios arqueológicos del norte del país.
Chihuahua
Cuenta con el 2.8 por ciento del patrimonio de ruinas arqueológicas en el país. El recorrido comienza a medio kilómetro de Casas Grandes, municipio de Chihuahua, en la zona arqueológica nombrada Paquimé, un asentamiento prehispánico que se instaló en el noroeste de la Sierra Madre Occidental y la mayor parte del oeste de Chihuahua.
El lugar está compuesto por edificaciones de adobe que asemejan un laberinto. Ellas demuestran las dotes que nuestros antepasados tenían para construir.
Las cuarenta casas. Zona histórica localizada en el pueblo de Vallecito, data de los años 1205 a 1260 después de Cristo. Muestra que Chihuahua fue habitado por grupos de recolectores de plantas comestibles. Esta región funcionó como punto intermedio para las rutas que el grupo asentado en Paquimé estableció para conectarse a las costas del Océano Pacífico y el Golfo de California. 
También vestigio de Paquimé es la Cueva de la Olla, a 70 kilómetros de la ciudad de Casas Grandes. De acuerdo con CONACULTA es una de las zonas más antiguas y data de los años 950 a 1060 después de Cristo. Destaca una especie de granero en forma de olla, por lo que se le dio ese nombre a la región. 
Madera, municipio de Chihuahua, alberga Cueva Grande, una construcción de adobe realizada aproximadamente entre los años 1060 y 1205 después de Cristo. Ahí puede admirarse una cueva de grandes proporciones que se adorna con una cascada durante el verano. 
Nuevo León Boca de Potrerillos es la única zona arqueológica del estado de Nuevo León que figura en la lista de CONACULTA. Se conforma por seis kilómetros situados en medio del desierto, entre dos sierras que forman una entrada al Cañón de Potrerillos.
Acoge centenas de hornos prehispánicos denominados fogones, herramientas de piedra, grabados en roca y otros indicadores de habitantes indígenas autóctonos del territorio, ahora en el municipio de Mina, Nuevo León. Es considerada la zona con petroglifos más extensos e importantes del país.
Tamaulipas
Este estado posee tres registros de zonas arqueológicas. Una de ellas es Las Flores, prueba del asentamiento huasteco en la época prehispánica. Sin embargo, la región fue afectada por el desarrollo de la ciudad de Tampico, ubicada a sólo 4 kilómetros, por lo que sólo se conserva un edificio principal.
La segunda es El sabinito, zona arqueológica descubierta en 1987. La región es casi virgen por lo que está rodeada de vegetación abundante. Es considerada una de las máximas expresiones de población indígena de Tamaulipas, localizada en el municipio Soto la Marina. Sus vestigios van desde dos edificios circulares hasta una plaza ceremonial y pirámides. 
Baja California Con un sólo registro de El Vallecito como zona arqueológica, fue poblada desde hace más de 10 mil años por cazadores y recolectores del grupo étnico Kumuai. Como prueba existen 18 conjuntos de pinturas rupestres de las que están abiertos al público sólo seis. Se ubica exactamente en la Sierra de Juárez, seis kilómetros al oeste de la población de La Rumorosa.
Fonte: http://de10.com.mx/10712.html (18/02/2011)
Comentários
Postar um comentário