Viaje a Pachacámac, Perú
Por Jorge Villavicencio, para AD Revista
A unos 30 km al sur de Lima se encuentra uno de los sitios arqueológicos más interesantes de visitar en el Perú: El Centro Ceremonial de Pachacámac. El lugar aún mantiene un velo de misterio y se percibe la sensación de estar recorriendo el ombligo religioso de civilizaciones prehispánicas, que se desarrollaron a orillas del río Lurín y el Océano Pacífico.
Altasierra Documentales recorrió este territorio que atesora notables construcciones de piedra y adobe, como el Templo de Pachacamac, el Templo del Sol y el Templo de la Luna; también conocido como Acllahuasi, donde residían desde los ocho años mujeres nobles, que eran destinadas para servir de esposas a grandes señores y otras preparadas para sacrificios en ceremonias de adoración al dios Pachacámac.
El lugar fue centro de peregrinación de numerosas culturas y se mantuvo durante siglo como polo de atracción religiosa, alcanzando su máximo apogeo durante la dominación Inca. Se cuenta que el Templo del Sol, levantado sobre un promontorio rocoso y construido sobre cuatro cuerpos de pirámides truncas, era uno de los más espectaculares. No sólo por su altura sino que también por su particular color rojo profundo, secundado por franjas de piedras recubiertas con una fina película de oro.
Esta combinación cromática brindaba al Templo del Sol una imagen en la lejanía espectacular, generando la ilusión de una gigantesca pira ardiente que se divisaba desde kilómetros.
Pachacámac era un dios invisible a los ojos del pueblo y estaba caracterizado en un tótem de madera donde estaba esculpida la cara de dos ídolos, uno femenino y otro masculino, que representa a un mismo ser con dos rostros, símbolo de la dualidad del pensamiento andino prehispánico. Para los aborígenes Pachacámac era el creador de todas las cosas y la fuerza que animaba a los seres vivos. Este dios fue roto en dos partes por el conquistador español Hernando Pizarro y su templo destruido e incendiado por sus hombres en 1533.
Fonte: http://www.cordobes.com/30dias/2011/06/viaje-a-pachacamac-peru/ (12/06/2011)
ídolos, uno femenino y otro masculino, que representa a un mismo ser con dos rostros, símbolo de la dualidad del pensamiento andino prehispánico. Para los aborígenes Pachacámac era el creador de todas las cosas y la fuerza que animaba a los seres vivos. Este dios fue roto en dos partes por el conquistador español Hernando Pizarro y su templo destruido e incendiado por sus hombres en 1533.
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