Ollantaytambo: ciudad inca "viviente"



Tren. Ollantaytambo es ahora el punto de partida del tren que va hacia Machu Picchu. Ollantaytambo es la única ciudad inca que mantiene su diseño original. será por eso que pudo soportar los aluviones e inundaciones.

Roberto Ochoa B.

Los ollantaytambinos están convencidos de que los huaicos, inundaciones y aluviones fueron provocados por el Vilcanota para reclamar su espacio y exigir mayor respeto a su condición de río sagrado.

Tal convencimiento nace de la propia cosmovisión andina, donde todos los elementos tienen vida y pugnan por mantener un equilibrio con la presencia humana.
Un campesino entrevistado en la revista Tunupa, editada en Ollantaytambo, lo explicó a su manera: “Tanto daño le hemos hecho al río, echando basura, arrojando nuestros desagües, construyendo nuestras viviendas, sin ninguna previsión, en sus orillas, que ahora el río ha reaccionado y nos muestra su poder... Solo podemos mirar y esperar que llegue la calma de los ríos”.

Esta calma ya llegó a todo el Valle Sagrado de los Incas. Machu Picchu descansó dos meses y este receso sirvió para que Ollantaytambo reclame también su espacio como la “única ciudad inca viviente”.

Considerada una joya de la arquitectura y urbanismo inca, Ollantaytambo también sufrió la embestida de los huaicos e inundaciones, pero las menos afectadas fueron precisamente las instalaciones incas.

El “moderno” puente de Pisac, por ejemplo, fue arrastrado por el torrente. El puente colonial de Patacancha tampoco soportó la furia de la naturaleza, pero el puente inca de Tampuchaca, en Ollantaytambo, soportó a pie firme la furia del río gracias a que este poblado supo mantener su diseño original: el cauce del río está canalizado, las zonas ribereñas solo sirven para el cultivo y las construcciones se instalaron en las zonas altas, con poderosos sistemas de andenerías y un drenaje adecuado para soportar diluvios del fin del mundo.

Pero lo que no puede soportar es el peso de los buses de turistas que todos los días presionan el empedrado de sus callecitas, de ahí que se viene reclamando la construcción de una “vía de evitamiento” que no toque la vieja ciudad inca.
Si bien la célebre “fortaleza” y su vecina feria artesanal con el epicentro de las visitas turísticas en Ollantaytambo, pocos saben que su parque arqueológico abarca más de 35 mil hectáreas (superior al de Machu Picchu) con espacios que aún se mantienen “vivos”.

Y es que a diferencia de Machu Picchu, en Ollantaytambo sus calles siguen siendo transitadas por los vecinos y turistas, su sistema de drenaje distribuye en agua de las lluvias hacia el curso del río y sus enormes muros de piedra labrada aún sostienen viviendas y espacios de uso público como en las épocas del inca Pachacútec.
Dicen que se necesitan por lo menos ocho días para conocer todo el parque arqueológico de Ollantaytambo. Pero lo mejor es descubrirlo de a pocos, alojándose en sus cómodos hoteles o compartiendo un café vespertino en sus restaurantes.

Fonte: Peru, www.larepublica.pe/regionales/ (03/04/2010)

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