POR PRIMERA VEZ EN MÉXICO, SE UTILIZA LA ROBÓTICA PARA EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA


Con equipo construido en el IPN captan imágenes de un túnel en Teotihuacán.

El Tlaloque I, diseñado por Armando Guerra, muestra que esa cavidad es abovedada y se observa estable

Planean investigadores ingresar a esa oquedad de más de 100 metros


JAVIER SALINAS CESÁREO
Corresponsal
Periódico La Jornada

Teotihuacán, Méx., 10 de noviembre. Por primera vez en la historia de la arqueología mexicana, y segunda en el mundo, se utilizó un pequeño carro-robot, equipado con dos cámaras de video, para explorar el túnel localizado debajo del templo de la Serpiente Emplumada en la zona prehispánica de Teotihuacán.

Con el uso de ese equipo de robótica, los arqueólogos pueden ver el interior de esa cavidad que permaneció cerrada cerca de mil 800 años. Allí se piensa que existen tres espacios que podrían contener los restos de personajes importantes, como los gobernantes de la antigua cultura teotihuacana.

Con la primera exploración que se hizo con ese dispositivo se pudo conocer que el túnel es abovedado y se observa estable, por lo que los investigadores planean ingresar físicamente, en un par de semanas, una vez que se haya retirado gran cantidad del material que obstruye la entrada.

En conferencia de prensa, Sergio Gómez Chávez, director del proyecto Tlalocan: camino bajo la tierra, explicó que hace tres meses se planeó usar este tipo de equipo robótico para captar imágenes del interior del túnel, que mide más de 100 metros y tiene un diámetro de entre 25 y 30 centímetros. Un artefacto similar se utilizó hace 10 años para estudiar una tumba antigua en Egipto.

Relleno con piedras labradas
El robot Tlaloque I, diseñado por Hugo Armando Guerra Calva, especialista de Instituto Politécnico Nacional (IPN), es un pequeño vehículo de 30 centímetros de ancho, 50 de longitud y 20 de altura; cuenta con iluminación, cuatro ruedas y tracción independiente en cada una de ellas para poder recorrer áreas difíciles.

Está equipado con dos cámaras de video, una colocada en la parte posterior y otra al frente, que pueden girar 360 grados, las cuales son manipuladas a control remoto y transmiten las imágenes a un monitor de computadora emplazado en el exterior.



“Hace 15 días comenzamos a hacer las primeras pruebas; funcionó bien, pero notamos que era necesario reducir la altura del carro-robot, pues de otra manera era imposible que hiciera el recorrido completo y tuviera mejor iluminación.

En la primera prueba, el mecanismo robótico avanzó algunos metros dentro del túnel sin ningún problema, a través de un reducido espacio entre la bóveda y el relleno colocado por los teotihuacanos. Las imágenes que captamos fueron muy importantes para conocer las condiciones en las que se encuentra esa cavidad, poque ha permanecido cerrada cerca de mil 800 años.

Con las primeras imágenes, explicó Gómez Chávez, se constató que el túnel fue rellenado de manera intencional.

Todo el túnel está excavado en la roca de modo perfecto y en algunas partes se observan las marcas de las herramientas con las que los teotihuacanos lo hicieron; el techo del túnel es abovedado y al menos la parte que recorrió el carro-robot se observa estable.

Durante la conferencia de prensa, Sergio Chávez y Hugo Armando Guerra, acompañados por Salvador Guilliem Arroyo, titular de la Coordinación Nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia, mostraron públicamente por primera vez imágenes del ingreso del carro-robot al túnel e hicieron una demostración avanzando poco menos de 40 metros.

Explicaron que el túnel está cubierto con un polvo muy fino y arena acumulada durante cientos de años, lo que provocó que en las primeras pruebas las ruedas del robot se patinaran.

Con base en estas imágenes se ha evaluado la posibilidad de entrar físicamente al conducto, aunque para ello se tendrán que hacer algunas excavaciones para despejar la entrada. Calculamos que para finales de este mes o principios de diciembre habremos quitado parte de la tierra que bloquea el acceso y entonces podamos ingresar.

“Con la ayuda del Tlaloque I se pudo observar con mayor detalle las grandes piedras labradas que hay dentro del túnel, al parecer se trata de esculturas o rocas perfectamente talladas, de grandes dimensiones y peso, que fueron introducidas por los teotihuacanos para cerrar el acceso entre los años 200 y 250 dC, es decir, hace aproximadamente mil 800 años”, manifestó Sergio Gómez.

Relación con el inframundo
El túnel fue descubierto en 2003, cuando se formó una oquedad provocada por las lluvias, justo frente a la pirámide de Quetzalcóatl, en Teotihuacán.



Hace un año comenzó la investigación y fue el pasado agosto cuando los arqueólogos localizaron la entrada del túnel, a 12 metros de profundidad.

En la entrada, los expertos abrieron una pequeña oquedad y utilizando el escáner tomaron las primeras imágenes del interior. El escáner sólo pudo recorrer 37 metros, de los más de 100 que mide el túnel, debido a la irregularidad de la tierra.

El descubrimiento es una oportunidad inigualable de acercarnos al pensamiento cosmogónico y religioso de los antiguos teotihuacanos.

El túnel debió estar vinculado a conceptos relacionados con el inframundo, de ahí que no se descarta que en ese lugar se hubieran realizado rituales de iniciación e investidura divina de gobernantes teotihuacanos, toda vez que el poder se adquiría en espacios sagrados, apuntó Sergio Gómez.

Salvador Guilliem Arroyo informó que en 2009 se invirtieron en este proyecto un millón 800 mil pesos, mientras este año la inversión asciende a un millón de pesos.

Los recursos para continuar con la investigación están garantizados , dijo.

Fonte: http://www.jornada.unam.mx/2010/11/11/index.php?section=cultura&article=a04n1cul (11/11/2010)

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