Reescribe la historia de Tikal

Cooperación Española está por inaugurar la última fase del trabajo de investigación y restauración de mayor permanencia en el parque arqueológico.

El replanteamiento de las teorías de la ciudad maya y el remozamiento de edificios es parte de la herencia del proyecto, a cargo de expertos chapines.

Estamos en algún año entre el 734 y 746 después de Cristo. Decenas de pobladores de la ciudad de Tikal llegan del sur e ingresan por las 21 escalinatas del edificio 91.

La estructura está coronada por 10 mascarones incrustados en diminutas cámaras en cuyo interior, súbditos de la realeza alimentan el incienso para que el humo se escape por los agujeros de esas piezas arquitectónicas de unos 2.50 metros de ancho. Mientras tanto, al fondo se escucha el sonido de tambores y pitos.

Al atravesar el edificio que funge como puerta de entrada, lo primero que los asistentes al espectáculo observan, hacia el norte, es la plaza en su esplendor. Al fondo, los patios de juego de pelota; a la derecha, los siete templos con la Acrópolis Sur a sus espaldas; a la izquierda, la parte posterior de los edificios del solsticio y equinoccio de lo que ahora se conoce como Mundo Perdido.

Quienes aún no ingresan, ofrecen tributo en pequeñas habitaciones exteriores del edificio 92; otros pueden observar cómo en las terrazas de las construcciones 90 y 92, los jugadores hacen ejercicios de calentamiento.

Desde el edificio 96, admira el esplendor el gobernante de turno Y´ikin Chan K´awiil, a quien representarían los mascarones de la entrada. Su padre, Hasaw Chan K´awiil I le ha heredado el poder sobre la ciudad, por lo que dispuso remodelarla.
Al concluir la preparación, los jugadores descienden las 9 gradas de los edificios (90 y 92). Son 9 los escalones que conducen al inframundo: Xibalbá, el lugar donde los señores de la oscuridad jugaron a la pelota con Hun Hunapu y Vucub Hunapu. “El consejo de los señores de Xibalbá decidió mandar sus cuatro búhos emisarios con este mensaje: Dicen los señores que vayan a Xibalbá a jugar a la pelota con ellos para distraerse…”, cita el Popol Vuh.

Quienes disputarán los encuentros, también presentan sus ofrendas en los edificios que se yerguen a la derecha (93 al 95) e izquierda (97 al 99) de la pirámide central (96). Suben 13 escalones, el número que conduce al cielo. Todo está listo para el enfrentamiento en la única ciudad maya en Guatemala que cuenta con un triple juego de pelota simultáneo. Las piedras que constituyen el conjunto de los patios esperan para ser testigos del sacrificio y la ceremonia…

El legado
La anterior sería, probablemente, una típica escena de la Plaza de los Siete Templos en su época de esplendor, según el arqueólogo Oswaldo Gómez. El profesional dirige los trabajos de excavación e investigación en el lugar, junto con el arquitecto Rafael Chang, quien está a cargo de la restauración de las estructuras. Todo ello, bajo la coordinación y financiamiento del Gobierno de España, por medio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

De hecho, se trata del proyecto de mayor permanencia en el Parque Nacional Tikal, pues lleva ya 18 años de investigación y remozamiento en el sitio arqueológico. Arrancó de 1992 a 1996 con la restauración del templo 1 de la Acrópolis central; continuó de 1997 a 2003 con los trabajos en el templo 5, y la última fase, de 2004 a 2010, con el proyecto Plaza de los Siete Templos (lea: Programas previos).
A lo largo de estos 18 años, el equipo de trabajo, conformado por unas 120 personas, ha hecho descubrimientos que han replanteado teorías de la ciudad.

Durante los trabajos de restauración del templo 1, en la Acrópolis Norte, se hizo necesario remozar un edificio contiguo y liberar un corredor para el flujo del agua. De esta forma se encontró la estela 40, la cual, en su parte frontal, muestra al gobernante K´an Ak, rodeado de emblemas.

Luego, durante la restauración del Templo 5, Gómez explica que descubrieron que se trata del primer edificio que se construyó en la ciudad, después de analizar los materiales de construcción. “Se edificó alrededor del año 600 después de Cristo”, detalla el profesional.

Asimismo, el trabajo de la Cooperación Española permitió comprender cómo la ciudad se relacionaba con la Acrópolis Norte. “En el momento del templo 5, los edificios más importantes de la ciudad y los más grandes estaban construidos en la Acrópolis Norte, pero veían al sur. Los edificios de la plaza estaban en dirección norte sur, pero luego, cuando construyen los otros edificios, como el 2 y después el 1, la ciudad y la vista de sus pirámides se orientan hacia un eje este oeste”, explica Gómez. De acuerdo con los hallazgos, quien construyó el templo 5 estaría enterrado en un templo de la Acrópolis Norte.

Con los antecedentes de estos trabajos, más las investigaciones de la Plaza de los Siete Templos, el cuarto hallazgo que destacan Chang y Gómez es el carácter de la ciudad. Tikal era constantemente asediada y por esto su construcción era más defensiva que ceremonial, como se había teorizado desde 1960.

Un quinto hallazgo es el proceso de construcción de la plaza. Originalmente, dicho complejo fue el patio este del observatorio astronómico que ahora se conoce como Mundo Perdido. Según Gómez, los edificios dedicados a la astronomía están asociados con juegos de pelota. Fue años más tarde cuando se construyeron los siete templos y se remodeló el edificio que sirve de puerta, ya cuando Y´ikin Chan K´awil gobernaba.
El sexto hallazgo lo constituye la utilidad de los edificios. Las investigaciones permitieron identificar cómo los templos, que en un momento sirvieron como centros de adoración, se convirtieron en residencias. Prueba de ello son las modificaciones a las estructuras, como la construcción de camas de piedra, cierres de puertas y los agujeros que en los muros permitían colocar cortinas.

En el patio central de la plaza se encontró el entierro de dos hombres, el cual es el séptimo descubrimiento. Por la forma en que se hallaron los cuerpos y por estar en dirección a los templos astronómicos de Mundo Perdido, Gómez estudia la posibilidad de que se trate del ritual del nacimiento del Sol.

Una serie de dibujos que representan a seres humanos y pirámides se constituye en el octavo hallazgo. Estos fueron localizados en el interior del templo 96 y su nivel de conservación es tan bueno que aún se aprecia el proceso de calcado en la roca. A lo largo de las excavaciones en la plaza, los investigadores encontraron alrededor de 127 mil fragmentos de cerámica.

Paralelo al trabajo arqueológico se realiza el de restauración y consolidación de los edificios. De acuerdo con Chang, esta labor se adecúa a las necesidades de cada construcción. “Hemos hecho restitución del volumen a través del plano; se ha hecho trabajo de mampostería y de sillería”, detalla Chang (lea: Los expertos).
Se prevé que la inauguración de la Plaza de los Siete Templos se realice la próxima semana. Con ello, concluiría un proyecto que desde 1992 ha requerido una inversión de Q20.8 millones.

Programas previos
En 1853, la comunidad científica supo de la existencia de Tikal. Fue de 1956 a 1969 cuando se llevaron a cabo los trabajos de investigación y restauración de la Universidad de Pennsylvania. En esta fase hay una concentración en el remozamiento de la Acrópolis central y trabajos de reconstrucción del Templo 1. Entre 1972 y 1985 se realizó el Proyecto Nacional Tikal, con fondos del Gobierno guatemalteco. Dicho proyecto incluyó investigaciones en lo que ahora se conoce como Mundo Perdido.

Fonte: http://www.sigloxxi.com/nacional.php?id=25118 (06/12/2010)

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