Redescubriendo el arte rupestre en El Salvador

Tres arqueólogos franceses exploraron Usulután, San Miguel, Morazán y La Unión, en donde registraron varios sitios con expresiones prehispánicas

GABRIELA MENDOZA

Durante siete días, el oriente del país fue recorrido en toda su extensión por tres arqueólogos franceses en una misión de registro y documentación de arte rupestre, con el objetivo de tener una mejor comprensión del significado de esta manifestación artística plasmada en una superficie rocosa en El Salvador.

Los arqueólogos franceses Philippe Costa, Eric Gelliot y Simon Mercie de la Universidad de Sorbona de París, son los principales agentes para llevar a cabo el proyecto que es auspiciado por la Embajada de Francia, el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (Cemca) y la Universidad de El Salvador (UES).

En total, fueron 11 sitios los que visitaron en los departamentos de Usulután, San Miguel, Morazán y La Unión desde el martes 8 hasta el lunes 14 de febrero.

Según explicó Costa, su interés por encontrar este arte prehistórico en territorio salvadoreño surgió casi por una casualidad, desde que en 2004 hizo un trabajó junto a Gelliot y otros arqueólogos en "Pintada de Titihuapa", Cabañas, donde fueron encontrados varios petrograbados.

"Desde ese entonces hemos registrado cerca de 35 sitios de arte rupestre de forma exhaustiva y queremos hacer un estudio más profundo para saber cuáles son las culturas que realizaron el arte rupestre en el país y su cronología", explicó Costa.
Los investigadores creen que en el país hay una gran riqueza cultural y diversidad de estilos que ilustran, por medio del arte rupestre, a todos esos pueblos que vivieron en territorio salvadoreño a través del tiempo.

Por ello decidieron explorar en Rosas Coloradas en Usulután; Casitas Blancas (Corobán), Llano de las Mesas, Peña La Sirica, Cueva El Flor en Morazán, La Piedra del Diablo en San Miguel y también Las Caritas, Los Monos, Antigua Hacienda El Faro 1 y 2, Gruta del Culquinte y El Mapa en la Isla Conchagüita de La Unión, para registrar a cada vestigio encontrado en las rocas.

"Se investigaron todos estos sitios porque son casi desconocidos y tienen referencias vagas, a veces solo había una mención biográfica de los años 20 o 30 de exploradores que ya habían pasado por aquí, pero no había sido registrado ni había dibujos", afirmó Ligia Manzano, directora de la Secretaría de arte y cultura de la UES, y quien acompañó a los arqueólogos en el recorrido.

HALLAZGOS
Una de las novedades, reveló Costa, es que en Morazán encontraron un sitio con motivos mayas y eso es muy interesante porque siempre se había creído que la cultura maya mesoamericana había llegado hasta el límite del Río Lempa.

Asimismo, en La Unión hallaron el petrograbado de una serpiente que recuerda a la iconografía del disco del jaguar encontrado en Cara Sucia, Ahuachapán a finales del siglo XX.

Según, Costa "esta figura, si bien no es igual a la del disco del jaguar, ilustra el movimiento de las poblaciones prehispánicas, tal vez de las rutas comerciales o intercambios. Además, eso puede indicar que el Río Lempa no fue una frontera estática, sino que hubo movimiento a través del tiempo".

Otro sitio que los arqueólogos no se esperaban encontrar en Morazán, y del que solo tenían una mención biográfica de los años 40, es en realidad una gran fortaleza, una gran ciudad, que está ahí probablemente antes de la conquista de los españoles.
"Es muy grande porque hasta tiene vista de satélite, se pueden ver las plataformas del lugar, el tamaño de más de 30 metros de largo de algunos montículos y el sitio rupestre a la par", detalló el arqueólogo.

Según Costa, "la particularidad del Oriente de El Salvador es que fue como un cruce de civilización de culturas, eso se ilustra en el arte rupestre que mezcla elementos de varios lugares, es uno de los aspectos más interesantes de esta región, que es muy diversa y que mezcla muchos aspectos de zonas diferentes que han vivido en este lugar antes".

Por otra parte, los investigadores también están interesados en indagar acerca de la cerámica.

"A partir de ese material podremos hacer una datación de los sitios, además de saber por lo menos con quién esta gente tenía contacto", reveló Gelliot.

A esta innovación se suma también otro estudio que harán próximamente sobre la metalurgia de la época precolombina, que estará a cargo de Simon Mercier.
Desde ayer partieron a Lempira, Honduras, donde continuarán en la búsqueda de un estilo de arte rupestre.

Dentro de un año, los resultados de la investigación serán publicados y repartidos en universidades, municipalidades y museos a nivel nacional.

Fonte: http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6482&idArt=5582125 (16/02/2011)

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