Hallazgo en Lagartero
Arqueóloga Sonia Rivero Torres
La zona arqueológica será abierta al público este 2010; tiene cerca de mil años.
En el sitio arqueológico de Lagartero, en el municipio chiapaneco La Trinitaria, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) descubrieron una estela con una antigüedad aproximada de mil años, que tiene labrada, en bajorrelieve, una escena de toma de poder de un grupo maya sobre otro.
Este hallazgo, realizado a fines de 2009, en el décimo cuerpo de la Pirámide 4 de Lagartero, es uno de los más recientes registrados en esa zona arqueológica, que el INAH prepara actualmente para su apertura a la visita pública a mediados de este año, de acuerdo con la lista de nuevos sitios anunciados por el Presidente Felipe Calderón, para abrir antes de 2012.
La arqueóloga Sonia Rivero Torres, encargada del Proyecto Arqueológico Lagartero, informó que la estela o monumento conmemorativo —el primero encontrada completo en el sitio— tiene una longitud aproximada de 2.0 metros, 55 centímetros de ancho y 6 cm. de espesor, y fue tallado en un roca metamórfica, conocida localmente como “corazón de piedra”.
“En el monumento prehispánico se observa la imagen de perfil de un jerarca maya, quien se yergue sobre un banco y porta una bolsa de copal en una de las manos, lleva como atavío un taparrabo enlazado con una banda, sandalias y un tocado de plumas. A sus pies y boca arriba, colocado sobre el banco, yace otro personaje de dimensiones menores, con el torso abierto en señal de sacrificio o dominio”.
“En general, la escena posee elementos de muerte; cabe citar que está enmarca con una cenefa representada con huesos largos. Por la ubicación y el estilo de la estela, se deduce que ésta refiere a un señor maya venido de una región cercana, quien llegó y dominó el sitio que hoy conocemos como Lagartero, alrededor del año 1000 d. C.”, anotó la investigadora del INAH.
La experta, adscrita a la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, detalló que la estela fue descubierta al explorar una cista de forma rectangular (caja de piedra), la cual posiblemente fue saqueada en tiempos prehispánicos, toda vez que no se encontraron restos óseos en su interior.
La última temporada de campo en Lagartero, que comprendió la exploración y consolidación de la Pirámide 4, también trajo más hallazgos. Al bajar a otro nivel de la estructura piramidal fueron ubicados un par de cajetes grandes (fragmentados pero completos), uno de los cuales contenía una olla entera de menor tamaño.
Junto a esta cerámica estaba dispuesto un plato policromo de los llamados estilo Códice y un vaso negro con tapa zoomorfa que contenía una rica ofrenda de objetos de jadeíta, de la que sobresalen dos orejeras, una tortuga articulada y cuentas de collar. Esta segunda cista fue ocupada en 800 d. C., en el periodo conocido como Clásico Tardío.
Una tercera caja fue hallada en el quinto cuerpo de la Pirámide 4, de cuyo interior se recuperaron 40 vasijas de diferentes formas con engobe negro y vasos zoomorfos, y algunos huesos humanos.
Lugar de lagartos
El centro ceremonial prehispánico de Lagartero se extiende a lo largo y ancho de las ocho hectáreas (adquiridas por el INAH) que comprende el islote El Limonar, el más grande de los once que se distribuyen en la zona lacustre Lagos de Colón, en el ejido Cristóbal Colón, municipio La Trinitaria, Chiapas.
La arqueóloga Sonia Rivero Torres, precisó que conforme la cerámica encontrada en las 12 temporadas de investigación —desarrolladas desde 1990— en el sitio de Lagartero, se sabe que éste tuvo una ocupación desde el periodo Clásico hasta el Posclásico Temprano, es decir de 300 d. C. a 1200 d. C.
Dada su ubicación estratégica en un ciénega (que es el hábitat de especies de agua dulce, caso del lagarto) este asentamiento maya tenía control sobre estos recursos naturales e incluso, podía restringir su acceso por vía acuática. Lagartero fue un punto clave en el intercambio de bienes y productos entre las Tierras Altas de Guatemala y el Altiplano Central mexicano.
En lo que corresponde al trabajo arqueológico —continuó la experta del INAH—, hasta el momento se ha consolidado un juego de pelota de tipo cerrado, junto con sus cinco altares, así como las estructuras arquitectónicas de sus lados Este y suroeste. También, se han liberado siete construcciones de carácter habitacional.
En lo que respecta a la plaza principal, tres de las cuatro pirámides que la limitan están ya consolidadas; será la número 2 —la más grande con una altura de 11 metros— en la que se concentrarán las labores arqueológicas este 2010.
Fonte:
México, www.inah.gob.mx/ (14/01/2010)
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